“Entraron tres encapuchados armados pidiendo plata”, señaló conmocionada Betty Severina, la dueña de la vivienda del barrio Marti Coll que fue asaltada ayer a la madrugada por tres hombres. “Saltaron la tapia, llevaron a mi hijo (Alexander Kachurovsky) al comedor y comenzaron a golpearlo. Él justo había venido a buscar unas cosas”, describió. “‘¿Dónde está la plata?’, me decían. Yo estaba en una de las habitaciones rezando, como cada noche, y mi marido (Miguel Ángel Kachurovsky) salía de bañarse. Dos de los ladrones subieron y nos agarraron. Nos amenazaron apuntándonos con armas. Fue espantoso y encima no me dejaban bajar a ver cómo estaba mi hijo”, se angustia la víctima.

Con lágrimas en los ojos, la mujer recordó el momento en que comenzó a escuchar los gritos de su hijo que estaba en la planta baja. “Les pedía que lo dejaran. Saber que lo estaban golpeando fue lo peor. Fue horrible lo que vivimos”, se estremeció.

Los ladrones se llevaron unos $ 9.000, una cartera, joyas y dos teléfonos celulares. “A mi hijo le quitaron la billetera, de donde sacaron la plata y tiraron la documentación. Nos sacaron dos celulares y unas cadenitas bañadas en oro que tenía”, contó la víctima.

“El teléfono de mi marido se estaba cargando y no lo vieron por suerte. Lo raro es que no se llevaron nada más. Se movieron rapidísimo. En cuestión de segundos saltaron la verja y entraron. Si no fuera por los vecinos de enfrente que avisaron a la Policía, no sé qué hubiese pasado”, añadió.

Otros ataques

El matrimonio confirmó que ya ha sufrido tres robos en el domicilio. “En los otros asaltos se habían llevado de todo, pero nosotros no estábamos”, recuerda Miguel Ángel, presidente del Mountain Bike Tucumán Club. “Se trató de un robo muy violento. Insistían con que les diéramos la plata. Mi mujer fue la heroína de la historia porque ella les dijo que sí tenía plata para darles”, agregó.

“Eso hizo que los ladrones se tranquilizaran y no nos hicieran nada. Sólo escuchábamos gritos y era raro porque una pelea no podía ser. En esta casa no peleamos, somos una familia muy unida. Cuando subieron los ladrones nos pedían que nos quedemos tranquilos y que nos portemos bien. Dijeron que no nos iban a lastimar”, agregó. “Encima al perro lo teníamos en la galería, sino quizás nos avisaba con sus ladridos”, contó Betty.

Según las víctimas, los asaltantes eran chicos jóvenes, bien vestidos y no parecían estar drogados. “Esto no fue planeado, debe ser que pasaban por la cuadra y aprovecharon cuando lo vieron a mi hijo cargando cosas en el auto”, analizó el dirigente deportivo.

La mujer contó que los ladrones huyeron de la propiedad cuando los vecinos llamaron a la Policía. “Escuché que uno de los ladrones gritó: ‘Nos está viendo un vecino, rajemos’. Salieron, saltaron el portón y se fueron”, relató.

“La verdad que ya no podemos vivir así. Hay muchos vecinos que quieren irse del país por la situación en la que vivimos. Habrá que pensarlo”, concluyó.

Inseguridad

“Gaby”, una vecina de la cuadra, que pidió que su identidad se mantuviera en reserva, relató que cuando vio movimientos extraños en la vivienda de los Kachurovsky, llamó a la Policía. “Vi a unos tipos en la entrada y me imaginé que era un robo. Inmediatamente llamé al Servicio 911. Es increíble que esté pasando esto, necesitamos seguridad en este barrio”, se alarmó.

“Con mi marido escuchamos ruidos y vimos algo raro en esa casa. Al rato vi cómo tres chicos salían corriendo hacia la esquina, estaba un auto esperándolos”, puntualizó. “En esta zona no tenemos policías que nos cuiden. De la nada aparecen motos y autos sospechosos que deambulan por el barrio. Temo por mis hijos”, reconoció. (Por Luciana Nadales)